Entradas recientes
El trabajo de Chandler
mayo 23Diferencias
febrero 21Intrusa legal
febrero 21
Categorías
Cuando yo empecé en este sector, mi formación fue sobre todo autodidacta, y eso me hacía sentir intrusa en el oficio. Pero desde el primer momento tuve claro que si iba a ofrecer un servicio y a crear una marca iba a hacerlo de manera “legal”. Y así fue. Hace cinco años empecé esta andadura asumiendo el riesgo de vivir al límite como autónoma (exagero lo sé, o no). Sin embargo, los comienzos no fueron fáciles, no podía desprenderme de ese tufo a intrusa, incluso en mi condición de autónoma. Si crees que tú también puedes ser una intrusa en la fotografía, sigue leyendo.
Mi primera reunión con un proveedor fue fatal, de alguna manera no nos entendimos, imagino que mi inexperiencia en el sector resultó ofensiva para alguien que llevaba un largo recorrido en este mundo. Por mi parte quería conocer los precios de los distintos productos fotográficos que completaban mis servicios (álbumes de boda) para valorar los presupuestos que podía ofrecer a futuros clientes. No tenía mucha idea sobre laboratorios de fotografía, así que tampoco sabía cómo conseguir lo que yo necesitaba. Decidí buscar en la red y fue así como contacté con esta persona. Nos citamos en una cafetería. Mi ilusión era desbordante. El día estaba gris, llovía, pero yo iba como un lucero, dando palmas. De pronto mi olor a intrusa me delató, lo impregnó todo y se desató la ira.
Os cuento lo que ocurrió:
Le pedí por favor que se sentara, que me escuchara, y accedió. Entonces comprendimos que la palabra álbum tenía significados diferentes. Yo sería nueva en el sector. Pero él no estaba aceptando que las cosas empezaban a hacerse de otro modo. Cuándo él me preguntó cuánto iba a cobrar por un álbum se estaba refiriendo al servicio completo, a la boda, a toda la fotografía. Y para mí, álbum, era sólo álbum. Un producto, no un servicio. Su enfado se entendía, porque mi respuesta era ofensiva, cuando una boda cuesta en realidad 4 ó 5 veces más lo que yo dije. Pero… qué venden las personas que se dedican a la fotografía: Álbumes o fotos?
En todo caso, me di cuenta, que mi olor a intrusa, era mi propio miedo. Y yo misma me juzgaba. He tenido este sentimiento muchas veces a lo largo de estos 5 años. Intrusa legal, eso sí.
¿Qué ocurre? que yo ni vengo del mundo audiovisual, ni me he formado como fotógrafa en ningún centro reglado (ojalá). He dado mis primeros pasos en este mundo como amateur. He sido autodidacta. Internet nos ha conectado y nos ofrece otra forma de construir el conocimiento. Que yo he aprovechado. Las cámaras ya no son bienes de lujo que sólo unas pocas personas pueden comprar. Y esto también he podido aprovecharlo. Todo esto ha posibilitado que personas como yo pudieran hacer de su pasión su trabajo o su modo de vida. Lo que ha llevado a una gran transformación en el sector de la fotografía. Hay más competencia sí, pero también hay más innovación, más creatividad, más redes, más colaboraciones, en definitiva más riqueza, más aprendizaje.
¿Crees que tú también puedes ser una intrusa en la fotografía? Si es así, enhorabuena, estarás viviendo de algo que te gusta.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR